Los pinchazos telefónicos practicados tras la desaparición de la joven Marta del Castillo revelan que el principal imputado, Miguel Carcaño, fue informando a su hermano, Javier Delgado Moreno, que también está en prisión en relación con la desaparición de la menor, de los avances de la investigación policial.La intervención de los teléfonos de los sospechosos fue acordada por el juez pocos días después de la desaparición de Marta del Castillo, una vez que surgieron los primeros indicios que centraron la investigación policial sobre Miguel Carcaño, la última persona que había tenido contacto con la adolescente.
Las escuchas revelan el conocimiento que Javier Delgado tenía sobre los hechos, según ha puesto de manifiesto la Audiencia de Sevilla en el auto que ha denegado la puesta en libertad del hermano del principal implicado. La resolución de la Sección Primera precisa que en las conversaciones que mantienen ambos hermanos, Miguel va informando a Javier sobre los pasos que va dando la Policía en "extremos de vital importancia, como la recogida de las prendas que al parecer llevaba Miguel el día de los hechos y en las que se han observado restos biológicos de Marta o el empleo de la silla de ruedas".
Los jueces añaden que en esas conversaciones Javier Delgado "parece darle indicaciones a su hermano menor sobre cómo comportarse ante el avance de las pesquisas policiales" y todo ello con las cautelas que las circunstancias les recomendaban a ambos, pues "sospechaban la observación de las comunicaciones".Uno de los pinchazos resulta, para los investigadores, bastante esclarecedor, por cuanto Javier le dijo a su hermano: "No digas nada, que la Policía no tiene nada", frase a la que la defensa resta trascendencia, al estimar de que se trata de un comentario o frase hecha.
El auto de la Sección Primera también lega a la conclusión de que, en el estado actual de la investigación y dado que aún no ha aparecido el cuerpo de Marta del Castillo, no puede acreditarse que la menor estuviese muerta cuando fue retirada del piso de la calle León XIII. Se trata de la misma postura que ha mantenido la Fiscalía desde el inicio de la investigación y que se pone en el peor de los supuestos al no haber aparecido el cuerpo: que la adolescente estuviera aún con vida, lo que implicaría que los hechos podrían calificarse de asesinato.
El auto de la Audiencia considera que hay "suficientes y sobrados motivos" para concluir no sólo que Javier Delgado estuvo en el piso de León XIII, sino que también tuvo una "intervención" en los hechos, por lo que ha ordenado que siga en prisión provisional. En este sentido, la sala recuerda que además de la implicación expresa que realizó el menor de 15 años -que posteriormente se retractó-, quien dijo que el hermano de Miguel contribuyó a preparar el cuerpo, envolviéndolo en una manta "cuando aún podía estar con vida" e incluso le amenazó si contaba lo que había visto, Samuel también le situó en el piso tras el crimen.
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