El titular del juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla, Rafael Tirado, ha denunciado en la Fiscalía que ha recibido una carta anónima en la que se le amenaza de muerte si no presenta su dimisión, tras el escándalo del caso Mari Luz, según publica hoy el Diario de Sevilla.
La carta, que tiene matasellos de Madrid, errores ortográficos y está dirigida al juzgado de Primera Instancia número 6 de Sevilla, fue recibida a media mañana del pasado jueves. Un agente del juzgado la abrió al considerar que se trataba de alguna petición de un preso, pero al comprobar el contenido la entregó al magistrado.
El anónimo comienza cuestionando qué hizo el juez durante los dos años en que se demoró la ejecución de la sentencia que condenó a Santiago del Valle, presunto asesino de Mari Luz, y pregunta al magistrado si estuvo “de guaquete” (sic), por guateque, “de comidas, de trabajo o tal vez de putas”.
A continuación, le plantea qué haría el magistrado si las víctimas fueran sus hijos, y le pide que “dimita” porque “es una vergüenza para todos los jueces de España”. El contenido de la carta, de apenas dos folios, se va endureciendo conforme avanza la lectura, reclamando al juez que “no pida una rebaja de los 1.500 euros” que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le impuso por una falta grave de desatención, y lanzándole calificativos de “desgraciado”, “juez comprado” porque “ha cobrado prebendas de todos los que ahora le defienden”, o “irresponsable” .
Casi al final de la misiva, el autor se pregunta “cuántos favores” ha hecho el juez Tirado y le amenaza con que “si no quiere afrontar la realidad, súbase a la Giralda y tírese de ella, y si no al Guadalquivir, no tiene usted derecho a vivir”. La carta concluye con la siguiente advertencia: “No lo olvide, dimita o la Giralda, haber si lo publica la prensa que ya no existe” (sic).
Después de recibir esta carta, el juez Rafael Tirado presentó una denuncia ante la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, a la que hizo entrega del escrito, con el sobre, y al que acompaña un acta que levantó la secretaria del Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla una vez que se recibió la carta.
El juez Rafael Tirado fue sometido a protección policial una vez que se produjo la detención de Santiago del Valle como presunto asesino de la pequeña Mari Luz y de se hiciera público que el pederasta se hallaba en libertad a pesar de que había una sentencia firme que le condenaba a dos años y nueve meses de cárcel por haber abusado sexualmente de su propia hija. Esta sentencia fue dictada por el juez Tirado pero el fallo no se había ejecutado, según el magistrado, al no haber sido localizado el acusado.
La carta, que tiene matasellos de Madrid, errores ortográficos y está dirigida al juzgado de Primera Instancia número 6 de Sevilla, fue recibida a media mañana del pasado jueves. Un agente del juzgado la abrió al considerar que se trataba de alguna petición de un preso, pero al comprobar el contenido la entregó al magistrado.
El anónimo comienza cuestionando qué hizo el juez durante los dos años en que se demoró la ejecución de la sentencia que condenó a Santiago del Valle, presunto asesino de Mari Luz, y pregunta al magistrado si estuvo “de guaquete” (sic), por guateque, “de comidas, de trabajo o tal vez de putas”.
A continuación, le plantea qué haría el magistrado si las víctimas fueran sus hijos, y le pide que “dimita” porque “es una vergüenza para todos los jueces de España”. El contenido de la carta, de apenas dos folios, se va endureciendo conforme avanza la lectura, reclamando al juez que “no pida una rebaja de los 1.500 euros” que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le impuso por una falta grave de desatención, y lanzándole calificativos de “desgraciado”, “juez comprado” porque “ha cobrado prebendas de todos los que ahora le defienden”, o “irresponsable” .
Casi al final de la misiva, el autor se pregunta “cuántos favores” ha hecho el juez Tirado y le amenaza con que “si no quiere afrontar la realidad, súbase a la Giralda y tírese de ella, y si no al Guadalquivir, no tiene usted derecho a vivir”. La carta concluye con la siguiente advertencia: “No lo olvide, dimita o la Giralda, haber si lo publica la prensa que ya no existe” (sic).
Después de recibir esta carta, el juez Rafael Tirado presentó una denuncia ante la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, a la que hizo entrega del escrito, con el sobre, y al que acompaña un acta que levantó la secretaria del Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla una vez que se recibió la carta.
El juez Rafael Tirado fue sometido a protección policial una vez que se produjo la detención de Santiago del Valle como presunto asesino de la pequeña Mari Luz y de se hiciera público que el pederasta se hallaba en libertad a pesar de que había una sentencia firme que le condenaba a dos años y nueve meses de cárcel por haber abusado sexualmente de su propia hija. Esta sentencia fue dictada por el juez Tirado pero el fallo no se había ejecutado, según el magistrado, al no haber sido localizado el acusado.
Más información en http://www.diariodesevilla.es
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