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16 enero 2006

El punto y seguido del caso Iván y Sara

La Audiencia de Sevilla ha condenado a la Junta de Andalucía a pagar una indemnización de 1,4 millones de euros a Carmen Fernández, la madre de los niños Iván y Sara, después de diez años de una larga batalla judicial que la propia resolución califica de "tortuoso calvario". Más allá del enfrentamiento entre los magistrados de la Sección Sexta y el juez de Familia Francisco Serrano, esta resolución debe hacer reflexionar a la Administración autonómica porque ha quedado claro que no se pueden entregar en acogimiento preadoptivo unos niños en la creencia de que la madre, que padeció alcoholismo, no podría rehabilitarse. En cualquier caso, el daño está hecho: la madre sufre una grave depresión y ha enfermado de cáncer, una patología que según los jueces tiene su causa directa o indirecta en la retirada de los niños y el calvario que ha pasado en estos años. ¿Y todo para qué? Para que al final Sara decida volver de forma voluntaria con su madre, como ocurrió en septiembre de 2004. Lo peor es que las imprudencias de la Administración resultan muy caras...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La Administración se preocupa muy poco o nada de los supuestos de responsabilidad patrimonial de ésta (en todos los ámbitos) porque los que incurren en responsabilidad no pagan un duro. ¿Porqué la propia Administración no ejerce el derecho de repetición? Porque en muchísimas ocasiones tendrían que pagar los cargos políticos, y rara vez se paga la irresponsabilidad con la dimisión.

justicia sevillana dijo...

Correcto. Y en muchas ocasiones cuando un responsable político actúa lo hace con fines mediáticos. Y si no, ¿a qué viene el ofrecimiento del alcalde para indemnizar a la niña apedreada en El Vacie?. Es fácil disparar con pólvora ajena... porque el dinero lo pone la Administración no el responsable político...

Anónimo dijo...

Te cagas.

A ver: resulta que no existe la "contaminación" en los asuntos civiles. Será que están libre de humos. Si se puede anular todo un procedimiento penal, con retroacción de actuaciones, por el hecho de que un magistrado ha firmado una resolución en fase instructora, no sé a qué espera la fiscalía para actuar contra TODOS los jueces que han intervenido en este asunto, por prevaricación y un par de delitos más. Paco Serrano estaba mediatizado por sus resoluciones anteriores y por la posibilidad de condenarse a sí mismo (si hubiera condenado a la administración de justicia, esta habría podido exigirle que abonara personalmente la indemnización), y los grandes magistrados de la Sección Sexta, en el mismo caso, pero además, con la agravante de la querella que se traen con el amigo Tablas Serrano.

Una panda importante de.... jueces?

A todo esto, la sentencia es un despropósito de los gordos. Tengo entendido que los oncólogos del Pabellón Vasco van a invitar al próximo simposium a los grandes científicos de la Sección Sexta (eso de que el cáncer lo provoca el sufrimiento personal no tiene desperdicio).

Vamos, una maravilla.

Seguiremos.

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