Un juzgado de Sevilla ha archivado una denuncia por robo contra un hombre que fue sorprendido cuando escalaba por la fachada de un edificio con la intención de acceder a un piso ubicado en la quinta planta. La asombrosa historia se produjo hace unos días cuando una mujer, la vecina del cuarto, alertó a la Policía de la presencia de un individuo sospechoso, presuntamente un ladrón, al que había visto posado en la barandilla de su balcón. La Policía se personó en la zona y el hombre fue obligado a bajar, momento en que fue detenido y conducido posteriormente ante el juez de guardia. El hombre, de origen sudamericano, negó ante el juez que estuviera robando y, en cambio, explicó que su profesión está relacionada con los trabajos en altura y que al subir por la fachada sólo pretendía entrar en su casa, ya que había discutido con su mujer y no tenía llaves para entrar.
El detenido, que aseguró que es un profesional muy cotizado y trabaja a alturas de entre 150 y 200 metros con tendidos de cables de alta tensión, reconoció que se había tomado algunas cervezas antes de emprender la escalada. Una vez aclarada su profesión, que según reconoció requería ciertas dosis de valor e incluso de locura, todavía quedaba por contrastar la realidad de su versión respecto al hecho de que fuera sorprendido en la fachada del inmueble. El hombre insistió en que el piso era de su propiedad, que no estaba invadiendo el domicilio de su compañera, y ofreció al juez la posibilidad de aportar las escrituras del piso que acreditan su propiedad.
Con todos estos argumentos en su defensa, el juez de guardia decidió finalmente archivar el caso y ordenar la puesta en libertad del escalador, que no obstante fue requerido por el magistrado para que la próxima vez que se quedara sin llaves buscase una fórmula menos extraña para acceder a su domicilio, a pesar de que para él fuese algo rutinario subir a esa extraordinaria altura.
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