La Fiscalía Superior de Andalucía ha solicitado una condena de diez años de inhabilitación y una multa de 5.400 euros para el juez de Familia Francisco Serrano por presunta prevaricación, en relación con la ampliación del turno de custodia de un niño de 11 años que había establecido otro juzgado con la finalidad de que el menor pudiera salir como paje en una cofradía de la Madrugada sevillana de 2010. La petición de la Fiscalía es la mínima que se contempla para el delito de prevaricación, dado que la acusación particular que ejerce la madre del niño ha solicitado, en cambio, la máxima: 20 años de inhabilitación y una multa de 14.400 euros, además de una indemnización de 60.000 euros para la madre por supuestos daños físicos y morales, 100.000 euros para el niño que salió de paje y 12.000 para su hermano. El abogado Miguel García Diéguez, que defiende al juez Serrano, mostró ayer su sorpresa por el hecho de haberse enterado por los medios de comunicación de la petición de condena que solicitaba la Fiscalía, si bien a mediodía envió a su procurador para que se le notificaran los escritos de calificación. El abogado lamentó que ni el fiscal ni la acusación particular "hacen mención alguna" en sus escritos al auto de la Audiencia de Sevilla que avaló la decisión del juez Serrano.
El letrado recordó que el delito de prevaricación consiste en "dictar una resolución injusta a sabiendas de su injusticia", por lo que consideró que si en este caso la Audiencia Provincial ha asegurado que la resolución no es injusta no puede haberse cometido ninguna prevaricación. El abogado del juez Serrano puso de manifiesto que el instructor de la causa contra el magistrado aún tiene la posibilidad de acordar el archivo tras el auto de la Audiencia de Sevilla. El abogado precisó que el artículo 783.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal señala que, una vez solicitada la apertura de juicio oral por el fiscal o la acusación particular, el juez la acordará, salvo que estime que concurre el supuesto del artículo 637.2, que señala que debe acordarse el sobreseimiento libre "cuando el hecho no sea constitutivo de delito". La Audiencia de Sevilla reconoció que la ampliación en un día y medio de la estancia del niño con su padre para que pudiese salir en una procesión correspondía al juzgado encargado del divorcio de los padres, pero no declara nula la decisión de Serrano porque "no prescindió total y absolutamente de las normas esenciales del procedimiento". Según la Audiencia, Serrano no "omitió los principios de audiencia, asistencia o defensa determinantes de una efectiva indefensión".
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07 julio 2011
11 mayo 2011
La Policía Local denuncia al ex ministro Corcuera por un altercado en la Feria
La Policía Local de Sevilla ha denunciado por una falta contra el orden público al ex ministro del Interior José Luis Corcuera, quien protagonizó un altercado con dos agentes de este cuerpo en un control de acceso a la Feria el pasado viernes 6 de mayo. El atestado policial fue remitido al juzgado de Guardia el domingo y ha recaído en el juzgado de Instrucción 9 de Sevilla, que ya ha abierto diligencias previas y ha solicitado a la Policía una ampliación del atestado, según informaron ayer a este periódico fuentes judiciales.
Los hechos ocurrieron sobre las seis menos veinte de la tarde del viernes de Feria en la esquina de la calle Virgen de la Cinta con Virgen de la Oliva, donde dos policías locales se encontraban regulando el tráfico e impidiendo el acceso de vehículos al recinto ferial. El coche en el que viajaba José Luis Corcuera llegó a ese punto y uno de los dos agentes le indicó que no podía continuar hacia la Feria y tenía que girar a la izquierda. El conductor exhibió una placa del Cuerpo Nacional de Policía y el agente municipal le indicó que no podía seguir hacia adelante. En ese momento, Corcuera, que viajaba en el asiento delantero derecho, se dirigió al policía local diciéndole que tanto él como su escolta iban a pasar.
El agente le indicó que sólo podían acceder los vehículos oficiales y los de servicio público. Se entabló entonces una discusión en la que el ex ministro defendía que el suyo era un coche oficial y por tanto tenía derecho a pasar. El policía contestó pidiendo que identificara el vehículo como tal, mientras que Corcuera decía que no tenía por qué hacerlo e insistía en que iban a entrar en la Feria.
La tensión fue en aumento entre ambas partes y tanto el ex ministro como su escolta se apearon del coche y siguieron discutiendo con los policías. Según relata el atestado policial enviado al juzgado, Corcuera decía a voces que "no sabía con quién estaban hablando" y que no se pensaba identificar. Al pedirle uno de los agentes que bajara la voz porque le estaba hablando con respeto y sin amenazarlo, el ex ministro contestó "yo sí que te estoy amenazando y no me voy a identificar".
El policía insistió en que tendría que llamar a un patrullero para que lo identificaran, puesto que ellos tenían que seguir regulando la circulación. A esto el ex político socialista respondió que llamase a quien le diera la gana porque él era José Luis Corcuera, mientras levantaba las manos y movía los dedos imitando el gesto que se hace cuando a alguien le toman las huellas dactilares.
Poco después llegaron otros dos policías locales, que trataron de calmar al ex ministro, que reiteró que no se identificaría porque él no había hecho nada. Uno de estos dos agentes habló con el escolta, que aseguró que efectivamente era quien decía ser, José Luis Corcuera, ministro del Interior durante los años 1988 y 1993 en la etapa de Felipe González al frente del Gobierno. En ese momento, Corcuera ordenó al escolta que cogiera el coche y se fuera hacia la Feria porque él iba a denunciar a los policías locales.
Uno de los dos agentes que llegaron después le informó entonces de que si se quería quedar allí tendría que subirse a la acera y salirse de la calzada porque ya estaba identificado y sus compañeros tenían que continuar con su trabajo. Corcuera respondió que lo que tendría que hacer su compañero -en referencia al policía con el que había tenido el enfrentamiento más violento- era "nacer de nuevo". Finalmente, el ex ministro se subió al coche y se dirigió hacia la Feria, ya una vez identificado su coche como vehículo oficial. Antes, los policías le informaron de que lo iban a denunciar al juzgado por una falta de respeto hacia los agentes.
El altercado entre los policías y José Luis Corcuera congregó a numerosos curiosos que se dirigían a la Feria y se detuvieron para presenciar la bronca. Algunas de estas personas han sido incluso aportadas como testigos a la causa que ha abierto el juzgado de Instrucción 9 para investigar el comportamiento del ex ministro.
Los hechos ocurrieron sobre las seis menos veinte de la tarde del viernes de Feria en la esquina de la calle Virgen de la Cinta con Virgen de la Oliva, donde dos policías locales se encontraban regulando el tráfico e impidiendo el acceso de vehículos al recinto ferial. El coche en el que viajaba José Luis Corcuera llegó a ese punto y uno de los dos agentes le indicó que no podía continuar hacia la Feria y tenía que girar a la izquierda. El conductor exhibió una placa del Cuerpo Nacional de Policía y el agente municipal le indicó que no podía seguir hacia adelante. En ese momento, Corcuera, que viajaba en el asiento delantero derecho, se dirigió al policía local diciéndole que tanto él como su escolta iban a pasar.
El agente le indicó que sólo podían acceder los vehículos oficiales y los de servicio público. Se entabló entonces una discusión en la que el ex ministro defendía que el suyo era un coche oficial y por tanto tenía derecho a pasar. El policía contestó pidiendo que identificara el vehículo como tal, mientras que Corcuera decía que no tenía por qué hacerlo e insistía en que iban a entrar en la Feria.
La tensión fue en aumento entre ambas partes y tanto el ex ministro como su escolta se apearon del coche y siguieron discutiendo con los policías. Según relata el atestado policial enviado al juzgado, Corcuera decía a voces que "no sabía con quién estaban hablando" y que no se pensaba identificar. Al pedirle uno de los agentes que bajara la voz porque le estaba hablando con respeto y sin amenazarlo, el ex ministro contestó "yo sí que te estoy amenazando y no me voy a identificar".
El policía insistió en que tendría que llamar a un patrullero para que lo identificaran, puesto que ellos tenían que seguir regulando la circulación. A esto el ex político socialista respondió que llamase a quien le diera la gana porque él era José Luis Corcuera, mientras levantaba las manos y movía los dedos imitando el gesto que se hace cuando a alguien le toman las huellas dactilares.
Poco después llegaron otros dos policías locales, que trataron de calmar al ex ministro, que reiteró que no se identificaría porque él no había hecho nada. Uno de estos dos agentes habló con el escolta, que aseguró que efectivamente era quien decía ser, José Luis Corcuera, ministro del Interior durante los años 1988 y 1993 en la etapa de Felipe González al frente del Gobierno. En ese momento, Corcuera ordenó al escolta que cogiera el coche y se fuera hacia la Feria porque él iba a denunciar a los policías locales.
Uno de los dos agentes que llegaron después le informó entonces de que si se quería quedar allí tendría que subirse a la acera y salirse de la calzada porque ya estaba identificado y sus compañeros tenían que continuar con su trabajo. Corcuera respondió que lo que tendría que hacer su compañero -en referencia al policía con el que había tenido el enfrentamiento más violento- era "nacer de nuevo". Finalmente, el ex ministro se subió al coche y se dirigió hacia la Feria, ya una vez identificado su coche como vehículo oficial. Antes, los policías le informaron de que lo iban a denunciar al juzgado por una falta de respeto hacia los agentes.
El altercado entre los policías y José Luis Corcuera congregó a numerosos curiosos que se dirigían a la Feria y se detuvieron para presenciar la bronca. Algunas de estas personas han sido incluso aportadas como testigos a la causa que ha abierto el juzgado de Instrucción 9 para investigar el comportamiento del ex ministro.
21 marzo 2011
La imputación de la presentadora Ana Rosa por la confesión de la mujer de Del Valle
La presentadora Ana Rosa Quintana y nueve periodistas más han sido citados a declarar como imputados este miércoles por el juzgado de Madrid que investiga las circunstancias que rodearon la entrevista a la mujer de Santiago del Valle, condenado por el asesinato de la niña Mari Luz Cortés. En una providencia, la magistrada del juzgado de instrucción número 43, María del Coro Cillán, también ha pedido que Gestevisión Telecinco presente la grabación completa de la entrevista realizada por Ana Rosa Quintana a Isabel García el pasado 23 de febrero en el Parque de Brasilia (Madrid).
La juez tomará primero declaración, en calidad de perjudicada, a Isabel García, quien se ha personado como acusación particular en las diligencias abiertas para esclarecer el modo en que se hizo la entrevista en la que confesó que su marido mató a la niña, tal y como dijo en sus primeras manifestaciones ante la policía y el juez, pero en contra de lo que afirmó en el juicio, cuando culpó a su cuñada.
A continuación, la juez ha citado al representante legal de Antena 3, a cuatro periodistas de la citada cadena, y a otros cuatro periodistas de Telecinco para tomarles declaración como imputados desde las 11.00 a las 14.30 horas.
Ya por la tarde, Ana Rosa Quintana deberá comparecer a las 17.00 horas, según la providencia, y media hora más tarde al también periodista de Tele 5 Nacho Abad, ambos en calidad de imputados al igual que todos los demás periodistas. La juez está investigando si todos los imputados cometieron un posible delito de coacciones al entrevistar a Isabel García, que padece un retraso de moderado a leve.
La juez tomará primero declaración, en calidad de perjudicada, a Isabel García, quien se ha personado como acusación particular en las diligencias abiertas para esclarecer el modo en que se hizo la entrevista en la que confesó que su marido mató a la niña, tal y como dijo en sus primeras manifestaciones ante la policía y el juez, pero en contra de lo que afirmó en el juicio, cuando culpó a su cuñada.
A continuación, la juez ha citado al representante legal de Antena 3, a cuatro periodistas de la citada cadena, y a otros cuatro periodistas de Telecinco para tomarles declaración como imputados desde las 11.00 a las 14.30 horas.
Ya por la tarde, Ana Rosa Quintana deberá comparecer a las 17.00 horas, según la providencia, y media hora más tarde al también periodista de Tele 5 Nacho Abad, ambos en calidad de imputados al igual que todos los demás periodistas. La juez está investigando si todos los imputados cometieron un posible delito de coacciones al entrevistar a Isabel García, que padece un retraso de moderado a leve.
01 febrero 2011
Carcaño insiste en su última versión: dice que no sabe dónde Marta y que el Cuco y Samuel se llevaron el cadáver
El asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, ha reiterado hoy al juez de Instrucción número 4 de Sevilla que el cuerpo de la joven se lo llevaron sus amigos Samuel Benítez y el Cuco, por lo que él ha insistido en que desconoce dónde está el cadáver.Miguel Carcaño, que junto a los otros tres adultos imputados han recibido esta mañana la notificación del auto de procesamiento, se ha remitido a su última declaración, en la que sostuvo que Marta murió de un golpe con el cenicero y no hubo violación.
Cuando el juez Francisco de Asís Molina le preguntó expresamente por el paradero del cuerpo, como el magistrado ha hecho siempre que Carcaño ha ido al juzgado a declarar, el asesino confeso ha contestado que "no lo sabe" y a continuación se ha remitido a su última declaración, añadiendo que él se quedó "limpiando restos de huellas y vestigios" del crimen en el piso de León XIII mientras Samuel y el Cuco trasladaban el cuerpo en un vehículo propiedad de un familiar de Samuel.Fuentes del caso han señalado que Miguel ha mantenido la misma actitud cuando ha prestado declaración hoy en el juzgado y han añadido que su testimonio no introduce ninguna novedad en lo que ya se conocía.
La Fiscalía recordó hoy que sostiene que tanto Miguel como los otros implicados "saben todos" dónde está el cuerpo de Marta, porque así se desprende de las pruebas e indicios recopilados en el sumario del caso.Los otros tres imputados, Javier Delgado, María García y Samuel Benítez se han acogido igualmente a sus anteriores declaraciones durante la vista celebrada hoy para la declaración indagatoria, aunque el último de estos imputados ha dicho al juez que pone a su disposición el jersey que, según dice, llevaba puesto la noche del crimen y que le extrañó que en su día no le fuese requerido por la Policía. Fuentes del caso han restado relevancia al ofrecimiento realizado por la defensa de Samuel, que se produce dos años después de la desaparición de Marta.Al término de la comparecencia, el juez ha celebrado una vista para decidir sobre la prórroga de la prisión preventiva para Miguel Carcaño, al estar próximo a cumplir los dos años encarcelados.
La defensa del asesino confeso ha pedido la libertad provisional, al considerar que no existía riesgo de fuga, mientras que la Fiscalía y la acusación particular han estimado que éste era precisamente uno de los motivos por los que debía seguir en prisión, además de la gravedad de las penas a las que se enfrenta y la proximidad de la celebración de la vista oral, que tendrá lugar en los próximos meses.
El juez Francisco de Asís Molina acordó finalmente la prórroga de la prisión por otros dos años, con una triple argumentación: la existencia de un riesgo de fuga de Miguel Carcaño, la gravedad de los hechos y de las penas que se solicitan, y también para asegurar la presencia del acusado en el juicio.En los juzgados volvieron a repetirse momentos de tensión a la entrada, sobre todo, de Miguel Carcaño, y de los otros imputados, que han sido increpados con gritos de "asesino" y requiriéndoles para que digan dónde está Marta.
A la salida de los juzgados, dos hermanas de Antonio del Castillo, padre de la joven desaparecida, han empezado a empujar al hermano del asesino confeso, Javier Delgado, mostrándole las camisetas que llevaban con la cara de Marta, aunque el incidente no ha pasado a mayores.La Policía desplegó un fuerte dispositivo en torno a los juzgados de Sevilla para garantizar la entrada de los imputados y evitar que se produzcan agresiones como la que sufrió el abogado del hermano de Miguel la semana pasada.
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caso Marta del Castillo
27 enero 2011
Carcaño no se enfrentará al jurado popular
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ordenado finalmente que el asesino confeso, Miguel Carcaño, y los otros adultos implicados sean enjuiciados por un tribunal profesional y no ante un jurado popular, como habían solicitado la Fiscalía y la familia de la víctima. El argumento que esgrime el Alto Tribunal andaluz en su resolución consiste en que los magistrados consideran, al igual que en su día expuso el magistrado de la Audiencia de Sevilla Javier González –al que correspondió presidir el jurado–, que el objetivo principal que buscaban los imputados era la violación de Marta y que su crimen se cometió para ocultar ese delito.
El auto del TSJA analiza los escritos de calificación presentados por la Fiscalía y la acusación particular contra Carcaño y los otros imputados y señala que, si bien la Fiscalía no se pronuncia expresamente sobre la relación entre las previas agresiones sexuales y el posterior asesinato, “por muchas disquisiciones que quieran hacerse, las secuencias que se concretan en los escritos de calificación revelan una actividad de ocultación de los delitos de agresiones sexuales”. De esta forma, los magistrados consideran que los escritos de acusación del fiscal y de la acusación particular “no son incompatibles y conducen a la misma conclusión: el delito fin o el objetivo perseguido fueron las agresiones sexuales”.
En el caso del escrito de la Fiscalía, el TSJA considera que la imputación de los delitos de agresión sexual que incluyen el uso de armas peligrosas –Carcaño aseguró que amenazaron a Marta con una navaja, que fue recuperada– “denota la convicción del Ministerio Fiscal de que el impulso agresor inicial perseguía, como objetivo principal, la violación”. Siguiendo los acuerdos de la Sala Penal del Supremo para los delitos conexos, el TSJA entiende que si el delito principal es la violación, el caso debe ser enjuiciado por un tribunal profesional y no por el jurado popular.
El auto acuerda devolver las actuaciones al juzgado de Instrucción número 4 para que acuerde la “transformación y adecuación” del procedimiento a las normas del sumario ordinario. Contra la resolución del TSJA, según explica el propio auto, no cabe ningún recurso, aunque fuentes de la Fiscalía han explicado que van a estudiar si es posible presentar un recurso.
El juicio contra Carcaño, según las mismas fuentes, podría celebrarse antes del verano, aunque en los próximos meses tendrán que realizarse determinadas actuaciones judiciales como una declaración indagatoria de todos los imputados, lo que podía retrasar la celebración, sobre todo si las defensas plantean nuevos recursos.
El juez debe dictar ahora un auto de procesamiento y remitir la causa a la Sección Primera de la Audiencia para continuar la denominada fase intermedia que concluirá con la remisión a otra Sección para el enjuiciamiento.
Así todo, una vez que el TSJA ha resuelto cómo serán juzgados los adultos imputados por la desaparición de Marta, la Fiscalía anunció ayer que en los próximos días pedirá la prórroga de la prisión preventiva de Miguel Carcaño, el único implicado que sigue en la cárcel. La petición se planteará ante el juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, que investigó el asesinato de Marta y que decretó en febrero de 2009 el ingreso en prisión del asesino confeso, por lo que está a punto de cumplir el tiempo máximo. La prórroga será, como es preceptivo, por otros dos años.
El auto del TSJA analiza los escritos de calificación presentados por la Fiscalía y la acusación particular contra Carcaño y los otros imputados y señala que, si bien la Fiscalía no se pronuncia expresamente sobre la relación entre las previas agresiones sexuales y el posterior asesinato, “por muchas disquisiciones que quieran hacerse, las secuencias que se concretan en los escritos de calificación revelan una actividad de ocultación de los delitos de agresiones sexuales”. De esta forma, los magistrados consideran que los escritos de acusación del fiscal y de la acusación particular “no son incompatibles y conducen a la misma conclusión: el delito fin o el objetivo perseguido fueron las agresiones sexuales”.
En el caso del escrito de la Fiscalía, el TSJA considera que la imputación de los delitos de agresión sexual que incluyen el uso de armas peligrosas –Carcaño aseguró que amenazaron a Marta con una navaja, que fue recuperada– “denota la convicción del Ministerio Fiscal de que el impulso agresor inicial perseguía, como objetivo principal, la violación”. Siguiendo los acuerdos de la Sala Penal del Supremo para los delitos conexos, el TSJA entiende que si el delito principal es la violación, el caso debe ser enjuiciado por un tribunal profesional y no por el jurado popular.
El auto acuerda devolver las actuaciones al juzgado de Instrucción número 4 para que acuerde la “transformación y adecuación” del procedimiento a las normas del sumario ordinario. Contra la resolución del TSJA, según explica el propio auto, no cabe ningún recurso, aunque fuentes de la Fiscalía han explicado que van a estudiar si es posible presentar un recurso.
El juicio contra Carcaño, según las mismas fuentes, podría celebrarse antes del verano, aunque en los próximos meses tendrán que realizarse determinadas actuaciones judiciales como una declaración indagatoria de todos los imputados, lo que podía retrasar la celebración, sobre todo si las defensas plantean nuevos recursos.
El juez debe dictar ahora un auto de procesamiento y remitir la causa a la Sección Primera de la Audiencia para continuar la denominada fase intermedia que concluirá con la remisión a otra Sección para el enjuiciamiento.
Así todo, una vez que el TSJA ha resuelto cómo serán juzgados los adultos imputados por la desaparición de Marta, la Fiscalía anunció ayer que en los próximos días pedirá la prórroga de la prisión preventiva de Miguel Carcaño, el único implicado que sigue en la cárcel. La petición se planteará ante el juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, que investigó el asesinato de Marta y que decretó en febrero de 2009 el ingreso en prisión del asesino confeso, por lo que está a punto de cumplir el tiempo máximo. La prórroga será, como es preceptivo, por otros dos años.
El Cuco se declara inocente
No hubo sorpresas ni cambios en el guión previsto. La esperanza de la familia de Marta de que el juicio pueda derrumbar a alguno de los implicados para que revelen, dos años después, dónde está el cadáver no vino de la mano del Cuco. El menor, que ahora tiene 17 años -la misma edad que Marta cuando fue asesinada-, negó su participación en la violación y el asesinato de Marta, delitos por los que se enfrenta a una condena de seis años de internamiento en un centro cerrado y otros tres de libertad vigilada.
El joven, que presenta un aspecto físicamente más fuerte, con pelo largo y recogido en una coleta, se mostró al principio del interrogatorio muy tranquilo, incluso "frío" en algunos momentos, pero a medida que avanzaban las preguntas de la fiscal y de la acusación particular sobre su intervención en los hechos que ocurrieron la tarde del 24 de enero de 2009 se puso cada vez más "tenso", según confirmaron fuentes del caso, dado que el juicio se desarrolla a puerta cerrada.
Uno de los momentos más complicados llegó cuando se la acusación le preguntó si sabía dónde estaba el cuerpo de Marta, de cuya desaparición se cumplieron ayer dos años. El menor respondió que lo desconocía e incluso exclamó que "ojalá lo supiera", porque a él también le interesa que aparezca el cuerpo porque podría beneficiar a su defensa en este proceso. "No voy a hacer lo que ha hecho Miguel", aseveró el menor en alusión al continuo cambio sobre el destino que se dio al cuerpo de la joven sevillana.
Durante unas dos horas, el Cuco negó, una a una, todas las preguntas en las que se le relacionaba con el crimen. El menor, que había prestado ocho declaraciones anteriores -en tres de las cuales había reconocido su participación-, se declaró inocente ante el juez de Menores y aseguró que el día de autos no estuvo en el piso de Miguel Carcaño, en la calle León XIII, donde Marta fue asesinada. En su relato exculpatorio, el menor reconoció que aquella tarde, sobre las 17:00, se encontró a Miguel y a Marta en Santa María de Ordaz, pero después se marchó y estuvo con dos grupos de amigos haciendo una botellonajunto al Polideportivo de San Pablo y en un parque cerca de Santa Clara.
Esa tarde el Cuco llamó por teléfono a Samuel Benítez, que está imputado en la causa que se sigue contra los cuatro adultos, y quedó con él en encontrarse de madrugada. El menor asegura que llegó a su casa sobre las 23:30, lo que hipotéticamente le sitúa fuera del horario en el que, según la Policía y el juez que instruyó el caso, tuvo lugar el asesinato.
El testimonio del Cuco presenta para la Fiscalía de Sevilla y la acusación que ejercen los padres de Marta "muchas contradicciones" y sus explicaciones "no han sido lógicas, coherentes o satisfactorias" en cuanto a su cambio de versión, al haber pasado de autoinculparse e incriminar a los imputados adultos a decir que no tiene ninguna relación con el crimen. El Cuco alegó que las tres declaraciones incriminatorias las realizó por las supuestas "presiones" que recibió de los agentes del Grupo de Menores (Grume) de la Policía, quienes le habrían incluso "amenazado" diciéndole que iban "a detener a su madre" en la creencia de que su vehículo, un Volkswagen Polo de color blanco, había sido utilizado para ocultar el cuerpo. El menor relató al juez que se sintió "asustado" ante estas presiones y que por eso asumió su participación.
El adolescente negó que él o Samuel condujeran aquella noche ese coche, aunque sí reconoció que unos días después de la desaparición de Marta ambos lo limpiaron porque estaba "sucio", pero no porque pretendieran eliminar pruebas.
En la primera sesión del juicio se visionó el DVD realizado con la reconstrucción judicial de los hechos que se hizo tras su detención en el piso de Miguel Carcaño, donde el menor ofreció de manera espontánea detalles concretos sobre cómo encontró el cuerpo de Marta cuando se presentó en el piso y cómo se produjo el traslado inicialmente hasta el Guadalquivir.
El Cuco alegó ayer que muchos de esos detalles los introdujo en su declaración para dar verosimilitud y porque conocía muy bien el piso de León XIII, en el que había dormido muchas veces. Cuando se le preguntó sobre el punto exacto del río desde el que inicialmente dijo que se deshicieron del cuerpo, el acusado señaló que se lo habían indicado los policías.
Tras la comparecencia del Cuco, el juez llamó a declarar Ángel Romero, su tutor legal, que estaba citado en calidad de testigo y como responsable civil, pero que se acogió a su derecho constitucional a no declarar. El juicio se reanudará mañana con la declaración de Miguel Carcaño y de los otros adultos imputados, y de la inspectora jefe del Grume.
El joven, que presenta un aspecto físicamente más fuerte, con pelo largo y recogido en una coleta, se mostró al principio del interrogatorio muy tranquilo, incluso "frío" en algunos momentos, pero a medida que avanzaban las preguntas de la fiscal y de la acusación particular sobre su intervención en los hechos que ocurrieron la tarde del 24 de enero de 2009 se puso cada vez más "tenso", según confirmaron fuentes del caso, dado que el juicio se desarrolla a puerta cerrada.
Uno de los momentos más complicados llegó cuando se la acusación le preguntó si sabía dónde estaba el cuerpo de Marta, de cuya desaparición se cumplieron ayer dos años. El menor respondió que lo desconocía e incluso exclamó que "ojalá lo supiera", porque a él también le interesa que aparezca el cuerpo porque podría beneficiar a su defensa en este proceso. "No voy a hacer lo que ha hecho Miguel", aseveró el menor en alusión al continuo cambio sobre el destino que se dio al cuerpo de la joven sevillana.
Durante unas dos horas, el Cuco negó, una a una, todas las preguntas en las que se le relacionaba con el crimen. El menor, que había prestado ocho declaraciones anteriores -en tres de las cuales había reconocido su participación-, se declaró inocente ante el juez de Menores y aseguró que el día de autos no estuvo en el piso de Miguel Carcaño, en la calle León XIII, donde Marta fue asesinada. En su relato exculpatorio, el menor reconoció que aquella tarde, sobre las 17:00, se encontró a Miguel y a Marta en Santa María de Ordaz, pero después se marchó y estuvo con dos grupos de amigos haciendo una botellonajunto al Polideportivo de San Pablo y en un parque cerca de Santa Clara.
Esa tarde el Cuco llamó por teléfono a Samuel Benítez, que está imputado en la causa que se sigue contra los cuatro adultos, y quedó con él en encontrarse de madrugada. El menor asegura que llegó a su casa sobre las 23:30, lo que hipotéticamente le sitúa fuera del horario en el que, según la Policía y el juez que instruyó el caso, tuvo lugar el asesinato.
El testimonio del Cuco presenta para la Fiscalía de Sevilla y la acusación que ejercen los padres de Marta "muchas contradicciones" y sus explicaciones "no han sido lógicas, coherentes o satisfactorias" en cuanto a su cambio de versión, al haber pasado de autoinculparse e incriminar a los imputados adultos a decir que no tiene ninguna relación con el crimen. El Cuco alegó que las tres declaraciones incriminatorias las realizó por las supuestas "presiones" que recibió de los agentes del Grupo de Menores (Grume) de la Policía, quienes le habrían incluso "amenazado" diciéndole que iban "a detener a su madre" en la creencia de que su vehículo, un Volkswagen Polo de color blanco, había sido utilizado para ocultar el cuerpo. El menor relató al juez que se sintió "asustado" ante estas presiones y que por eso asumió su participación.
El adolescente negó que él o Samuel condujeran aquella noche ese coche, aunque sí reconoció que unos días después de la desaparición de Marta ambos lo limpiaron porque estaba "sucio", pero no porque pretendieran eliminar pruebas.
En la primera sesión del juicio se visionó el DVD realizado con la reconstrucción judicial de los hechos que se hizo tras su detención en el piso de Miguel Carcaño, donde el menor ofreció de manera espontánea detalles concretos sobre cómo encontró el cuerpo de Marta cuando se presentó en el piso y cómo se produjo el traslado inicialmente hasta el Guadalquivir.
El Cuco alegó ayer que muchos de esos detalles los introdujo en su declaración para dar verosimilitud y porque conocía muy bien el piso de León XIII, en el que había dormido muchas veces. Cuando se le preguntó sobre el punto exacto del río desde el que inicialmente dijo que se deshicieron del cuerpo, el acusado señaló que se lo habían indicado los policías.
Tras la comparecencia del Cuco, el juez llamó a declarar Ángel Romero, su tutor legal, que estaba citado en calidad de testigo y como responsable civil, pero que se acogió a su derecho constitucional a no declarar. El juicio se reanudará mañana con la declaración de Miguel Carcaño y de los otros adultos imputados, y de la inspectora jefe del Grume.
Sorprendentemente, aunque Samuel Benítez Pérez no estaba citado ha aparecido por la sede judicial para firmar como cada quince días su libertad condicional, justo a la hora de máxima expectación de periodistas. Con gafas de sol, y muy arreglado, a diferencia de su aspecto deportivo de la vista oral, daba la impresión de que quería ser visto porque tenía que firmar en el mismo edificio en el que se celebra el juicio, en lugar de en un juzgado.
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