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14 marzo 2010

Carcaño insiste en que no sabe dónde está el cuerpo de Marta

Como en todas y cada una de sus comparecencias, el juez de Instrucción 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, se dirigió a Miguel Carcaño. "Sólo voy a hacerle una pregunta: ¿dónde está el cuerpo de Marta del Castillo?" El asesino confeso de la joven de 17 años desaparecida el 24 de enero de 2009 se encogió de hombros y respondió: "No lo sé". Así concluyó anoche la audiencia preliminar con la que finaliza la instrucción del caso Marta del Castillo, a falta del auto de apertura de juicio oral, en una sesión que se prolongó en los juzgados de Sevilla durante catorce horas.

Carcaño se acogió a su derecho de no declarar después de que el abogado de su hermano, José Manuel Carrión, solicitara su comparecencia para explicar por qué había enviado una carta desde la cárcel a su hermano en la que se definía como "cabeza de turco". Carcaño sólo admitió que la carta era suya, pero no quiso explicar el contenido de la misma. Tanto su abogada, Paloma Pérez, como el resto de letrados defensores solicitaron que el caso sea enjuiciado por un tribunal profesional y no por un jurado popular. El abogado de Javier Delgado, hermano de Carcaño, también pidió el sobreseimiento de la causa contra su cliente.

Ayer comparecieron ante el juez 16 testigos y cuatro imputados. Quien pasó más tiempo declarando fue la ex novia de Miguel Carcaño, la menor de 15 años que lo acogió en su casa de Camas. La adolescente admitió con desparpajo haber mentido a la Policía en sus declaraciones. "Como usted comprenderá, si le miento a la Policía, le miento a cualquiera", respondió la menor a la pregunta de uno de los abogados sobre sus continuos cambios de declaración y, en concreto, sobre si había mentido también a una amiga suya a la que comentó que no sabía nada.

La frase, a la que el abogado de la menor, Francisco de Asís Molinos, no da mayor trascendencia, fue pronunciada en el transcurso de la comparecencia de la joven, que duró casi dos horas. En ella, la menor ratificó su última declaración ante la Policía -realizada el 13 de septiembre de 2009-, según la cual Carcaño le confesó la madrugada del 25 de enero el crimen y le dijo que habían enterrado a Marta en una arboleda próxima a su vivienda de Camas. La niña explicó al juez que indicó a la Policía en dos ocasiones el lugar que le mostró el propio Carcaño, que no es donde la Policía ha buscado el cadáver dos veces sin éxito, sino que está a unos 800 metros, en la zona que rastreó la semana pasada el abuelo de Marta con la ayuda de un zahorí. La menor se mostró incluso dispuesta a volver a señalar el punto donde supuestamente el asesino confeso dijo que fue enterrada Marta.

En esa declaración, la niña manifiesta que Miguel salió de su casa en torno a la 1:20 o 1:30 de la madrugada del 25 de enero con la intención de eliminar pruebas, "un charco de sangre", que habría quedado después de que Miguel y su hermano Javier Delgado propinasen "patadas y puñetazos" a Marta. La adolescente ratificó igualmente las supuestas amenazas que habría recibido de Javier Delgado, que el pasado jueves presentó una querella por calumnias y falso testimonio contra ella.

La menor indicó que cuando Carcaño abandonó el domicilio de madrugada se dejó el teléfono móvil en la casa, lo que algunas fuentes interpretan como una quiebra de la coartada del asesino confeso respecto a que habría permanecido en el lugar. Sin embargo, otras fuentes restan importancia a esta cuestión, puesto que en la causa está acreditado que Miguel Carcaño mantuvo dos conversaciones telefónicas con la madre de Marta a las 1:04 y 1:37 de la madrugada del 25 de enero, y en ese momento se encontraba en Camas, según los repetidores de antenas, mientras que la niña dijo que se fue de casa sobre la 1:20 ó 1:30.

La menor prestó declaración protegida con una mampara para no ver a los acusados, pero cuando fue a firmar el acta su mirada se cruzó con la de Miguel Carcaño. Esto provocó que la niña sufriera una crisis de ansiedad y saliera de la sala llorando y gritando "hijo de puta, hijo de puta", en alusión a su ex compañero. Instantes antes, el juez le había comunicado que la volvía a citar a declarar el próximo martes 16 de marzo para que declare en relación a las amenazas supuestamente proferidas por Javier Delgado.

También testificó la madre de esta menor, Soledad Gómez, que también explicó que visitó a Miguel en la cárcel porque se lo pidió la propia Policía. "Sé que mi hija no miente esta vez por la mirada", dijo Soledad. Otros miembros de la familia también declararon, como la abuela, una mujer de 70 años que acudió al juzgado en silla de ruedas y que declaró que lavó la ropa que Carcaño llevaba el día del crimen porque ella hacía la colada habitualmente y que no distinguió mancha alguna porque no ve bien.

Otros dos testigos corroboraron que habían quedado al día siguiente para estudiar con María García, la novia del hermano de Carcaño, en el piso de León XIII. "Lo único que tengo en esa casa es un cepillo de dientes", dijo María García en su declaración. Su novio escuchó la grabación de dos conversaciones mantenidas con Carcaño en la que aquel dice la frase "a veces me da coraje ser tan listo", algo que tanto él como su novia aseguran que es sólo una coletilla.

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