Cada día se celebran en Sevilla una media de 30 juicios de faltas inmediatos, que representan un gasto para el Estado de más de 7.000 euros diarios, según el estudio que ha realizado Diario de Sevilla en función de los costes de la decena de personas que intervienen en la tramitación de uno de estos juicios rápidos.
Los juicios de faltas inmediatos, que tienen esta denominación porque se celebran cuando ni siquiera han transcurrido 15 días desde el hecho que motivó la denuncia, resuelven cuestiones aparentemente livianas como pequeños hurtos, insultos entre vecinos, incumplimientos del régimen de visitas de los hijos en una pareja separada, discusiones de tráfico y estafas de menor cuiantía.
El coste del proceso de un juicio de faltas se inicia desde el mismo momento en el que un ciudadano presenta una denuncia, lo que implica la intervención de varios policías, que recogen en un acta las manifestaciones del perjudicado y las trasladan al juzgado de guardia. Es aquí donde interviene por primera vez el engranaje judicial, compuesto por el juez, el secretario, el fiscal y los funcionarios.
Tras examinar los hechos denunciados, el juez de guardia, a la vista de la entidad de los mismos, en este caso siempre de carácter leve y sin lesiones de importancia, califica la denuncia para su enjuiciamiento en un juicio de faltas.
La Policía Local interviene en esta fase para citar a las personas que deben asistir a la vista oral: denunciante y denunciado, y los testigos. Por último, en la celebración de cada juicio se emplea una media hora, a lo que hay que añadir el tiempo que el juez emplea en poner la sentencia y el trabajo del funcionario para notificarla.
Sumando la parte proporcional de los salarios de las personas que intervienen en el proceso y el importe de la guardia –unos 120 euros netos– que se paga al juez, al secretario, al fiscal, al forense y a los funcionarios por los 30 juicios que se celebran a diario, el coste global aproximado de cada juicio de faltas es de unos 240 euros. Esto representa más de 7.000 euros al día y 1,6 millones de euros al año sólo en Sevilla. Este coste no tiene en cuenta que el juicio se suspenda, como ocurre con frecuencia, lo que prácticamente duplicaría el coste, ni tampoco los gastos generales de mantenimiento de las instalaciones judiciales.
De los 30 juicios de faltas que se celebran durante una guardia, la mitad acaban en sentencias condenatorias y la otra mitad son absolutorias porque muchas veces no existen pruebas más allá de las dos versiones contradictorias que se exponen en el juicio, por lo que el fiscal pide la absolución. En los juicios de faltas no todo son gastos, porque muchos acaban con multas de 60 a 180 euros que, en el caso de que sean satisfechas, irán a parar a las arcas del Estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario