Dicen que una imagen vale más que mil palabras. La de Carmen Fernández, la madre de Iván y Sara, lo dice todo. Una mujer enferma de cáncer que ha luchado durante una década contra la Junta de Andalucía y la Administración de Justicia para que le devolvieran a sus dos hijos, que una vez le fueron retirados por un alcoholismo del que precisamente se rehabilitó para recuperar a sus pequeños. Después de lograr que los jueces le dieran la razón, al final se fijó una indemnización de 1,7 millones por el "tortuoso calvario" por el que había atravesado. Un año después de que le concedieran la indemnización sigue sin recibirla en su totalidad, sólo ha podido coger un "pechizco" de 210.000 euros que su abogado retiró de la cuenta antes de que el juez de familia volviera a paralizar la entrega del dinero. Y todo ello después de que la Junta primero asumiese el pago de la indemnización y luego presentara un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional que le está arrebatando a esta madre un tiempo del que cada vez dispone menos debido a su complicada salud. La justicia es lenta, muy lenta, pero quizás los magistrados del Constitucional deberían, por una vez, decidir rápido sobre la entrega del dinero a esta madre coraje.
1 comentario:
Lo del tiempo que tarda el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo en resolver es impresentable en un estado de derecho que presume de ser del primer mundo. Y los ciudadanos que tienen que esperar y esperar ven que cuando se trata de asuntos políticos estos mismos tribunales resuelven sin descanso. De verguenza. Y los políticos (todos, no se salvo ni uno)tan contentos, cada vez más acuden a la Justicia para sus propios fines, sin importarles lo que tengan que esperar los demás.
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